Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

lunes, 1 de febrero de 2016

Febrero

Aunque pienso que llego a la hora de cenar
que esta noche no me esperes despierto
que cuando salga, el mundo se va a quedar 
apagado
mientras yo intento encender esa vela.

Que sé que me estás echando de menos
aunque yo nunca he sido de volver,
aunque sepas que mis palabras nunca fueron ciertas
aunque pienses que este invierno vaya a retroceder.

Así que quédate.

Quédate porque estas ruinas necesitan (re)construcción
porque no sé andar sola entre tanto asfalto sin piezas
porque quiero quedarme cuando arruines a mis monstruos
porque quiero ordenar esa cabeza que dices que es más tuya.

Quiero descubrir lo que significa el miedo
porque quiero mentirte cuando me preguntas si estoy sola
porque quiero sonreírte cuando vengan a por mi,
porque quiero que vengas cuando cruce el invierno.

Así que miénteme.

Miénteme cuando digas que no vas a venir a buscarme,
cuando la carretera se te haga eterna hasta mi casa
cuando tu coche no aguante las canciones que suenan,
cuando me dices que no aguantas estar sin verme.

Y lo entiendo,
entiendo que quieras arruinas tu vida conmigo
entiendo que quieras que mi vida sea tu también tu camino
cuando sé que realmente lo que quieres es no estar contigo.

Quien sabe,
igual solo necesito aliento de libertad
y eso lo expulsas tu cada vez que me nombras,
cada vez que cierras los ojos y me gritas
aunque nadie te escuche.

Y ahora escribo lo que revoluciona tu estado de ánimo,
aquello que solo se mide con suspiros,
lo que las piedras no aguantan
lo que los cantantes no cantan y los bailarines no bailan.

Así que limítame.