Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

jueves, 26 de marzo de 2015

Prima-vera


Ahora más que nunca siento la presión del curso en mi cuerpo, ansiedad y ganas de estar tranquila un tiempo. Lo que me queda es nada, y sé que debo hace un último esfuerzo, aunque este va a ser el más grande de todo lo que he vivido. Sé que puedo aunque me lo replantee muchas veces, aunque me fíe más de mis pesadillas que de mi misma, aunque me diga yo sola que no podré. No voy a tirar la toalla aunque tenga ganas cada vez que me dan una nota que (en mi opinión) no me merezco. Primavera, siempre me va a recordar estas palabras a las clases de Latín pues mi profesora lo explicó el día que cambiaron muchas cosas en mi vida. Últimamente estoy en modo ''ñoña'' y parece que no salga de esta situación, de hecho, ayer en mi instituto, como de costumbre, pusieron una canción para señalar el cambio de clase o fin del día, que me llamó mucha la atención y bueno, he acabado siendo fan de ella y ahora no me la puedo quitar de la cabeza. Ay, primavera, esta vez te estas quedando conmigo, aunque quiera escapar de ti.

jueves, 12 de marzo de 2015

Bienvenidos a mi caos.

Lo peor que he podido hacer en toda mi vida, ha sido guardarme todas las cosas que pienso. Ahora mismo mi cabeza es como un síndrome de Diógenes, donde siempre me he guardado todas las cosas y que no sé como sacarlas. Mi caos, mis ruinas, si, puedo decir que son esas. Por otro lado, tengo todo mi cuerpo enfadado conmigo, pues ya no bailo, ya no disfruto de ese placer que me hacía sentir viva. Ya no pongo mi canción favorita y me pongo delante del espejo más grande de mi casa a hacer como si estuviera en un escenario y dejarme llevar. Bueno, otro caos, mi armario, mi armario donde tengo las alas (de danza del vientre), el velo, mis vestidos, mis pañuelos... Ese armario que hace mucho que no lo puedo abrir por miedo a acabar dentro de él, pues cuando me ponía esa ropa y salía a bailar nada me importaba, nada era superior ni inferior que yo. Luego llego a mi habitación, donde están mis libros de poesía y de lectura que siempre me miran con la misma cara de: hoy tampoco me vas a leer ¿verdad?- Y no, mi respuesta siempre es que no, porque no tengo casi tiempo, y no culpo a nadie, la culpa es mía. Mi caos, no solo está dentro de mi cabeza, de mi armario y de mi habitación. Mi caos también está en clase, cuando me explican cosas y me encierro en un mundo superior que se eleva a kilómetros del aula y que no sé a donde llega. Ahora entiendo el porqué mi profesora de griego me llamó hace un año nefelibata. Mi caos también es mi hermana, mi espejo, mis zapatillas, mi pelo, mis pestañas, mi lápiz, mis sentimientos... Madre mía, mis sentimientos, que difíciles de controlar, y que indecisos, que imprevistos, que precisos. Mi caos, es mi libreta de poemas, mi ordenador, mis series, mi música. Mi caos también es mi madre y mi mejor amiga, mi suelo, mi sueño, mi casa, mi yo... Mi caos es todo, menos mío.

lunes, 2 de marzo de 2015

Vuelve a ser mi problema, por favor.

Te conocí como el protagonista de tu libro favorito, que extraño pues hasta tu llevabas el mismo vestido que la chica y te llamas Kat. Y madre mía, cómo no, me perdí en tus curvas, y son el plural porque a cada dos palmos tenías una, y me estrellaba, pero volvía a conducir. Tu sonrisa, el cuello hasta el hombro, tus pechos, tus caderas, tus piernas... No sigo. ¿Donde te has metido ahora? Me han dicho que has perdido todas tus curvas, bueno, que a veces asomas un poco tu sonrisa, pero es para cuando llevas unas copas de más. Me han dicho, que has abandonado la literatura, que has dejado tus estudios, de bailar, de cantar bajo la ducha, de dibujar en el espejo cuando sales de la ducha. Me han contado, que hablabas con las hojas cuando venían en otoño, y que te vestías del color de la nieve cuando recibías cartas del no-amor. Que te tatuaste: ''No quiero ser parte desmontada, pues a piezas no tengo solución''. Y sí, es verdad, no tienes solución, porque a mi me has causado el problema más grande de mi vida. Pues dime, ¿como me olvido ahora de tus zapatos debajo de mi cama? ¿De tus pelos por la mañana? De tus cigarros, de tus bombones, de tus pulseras sobra mi espalda... No sé quien te hizo cambiar tus ojos color chocolate por esos negros, que ya no ven con claridad, que ya no saben quien eres. Lo cierto es que te vi hace dos días, salir de tu habitación con cara de no-felicidad. Con cara de: otra vez...- Y si, era la sexta vez que te pesaban en ese mes. Lo siento, me resulta difícil ahora recordar como andabas con tus tacones, pues ahora solo vas descalza, como cuando entrabas en tu casa y te ibas corriendo de esquina a esquina para que tus pies pudieran ser libres de ese espacio tan reducido que llevaban tus zapatos. Querida Kat, si vuelves, vuelve a ser mi problema, por favor. 

domingo, 1 de marzo de 2015

Mentiras

Odio mentirme, y más aún cuando lo hago para no pensar y pasar noches dando vueltas a la almohada esperando a que me diga que pare. Que pare, que pare... ¿De qué? ¿De mirarme mal, y odiarme por ser? ¿De pensar dar vueltas y vueltas encima de ella? ¿De leer libros y pensar que seré yo una de esas protagonistas? ¿De perder o ganar tiempo escuchando canciones que pienso que son para mi? Realmente no sé que quiere que haga, no sé que quiere que pare. ¿Mi vida? ¿Como voy a parar la única cosa que hace que siga aquí? ¿Que pare momentos? Muchísimos habría hecho que duraran como meses sobre mi, pero son tantos que nunca hubiera crecido. Si, me miento, me miento cuando me levanto y pienso que es un buen día, cuando creo que un examen me ha salido bien aun sabiendo que apenas me lo he preparado. Me miento queriéndome, poniéndome zapatillas, haciendo que mi letra sea razonable, escribiendo esto. Me miento al ponerme un lazo en el pelo y decir:  que bien me queda!- Pues no, parezco tonta haciendo cosas así. Me miento pensando que ahora las cosas irán a mejor, pues pienso que ya no pueden ir a peor, pero nunca se toca el suelo del todo. Me miento cuando miro a personas, cuando hay caricias que me pierden y cuando me miro yo a los ojos. Me miento cantando en la ducha imaginándome que estoy en un videoclip. Y bueno, me miento en quedadas con amigos y cervezas. Me miento cuando me dicen: Hace mucho que no te veo!- Mentira, ayer te vi, me viste y me evitaste. Lo peor es que esas personas lo saben y yo como tonta que soy sonrío y asiento. Pues no, lo siento pero de mi ya no podréis esperar nada más que mentiras, pues vosotros también me estáis engañando a mi. Incluso el cielo, que amanece despejado y cuando salgo de casa aparece nublado ¿y cómo me fío? ¿como me visto? ¿qué hago?