Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

sábado, 25 de enero de 2014

Estrella dorada.

Cubierta de una especie de luz que parece venir de otro sitio. Que bonita es, y que brillo desprende. Pero bueno, como ya hace mucho que no escribo, y el invierno aún no se ha ido, informo de que ya he cumplido los 17, y que yo los he notado, como siempre. Esta vez, he decidido que nada me debe de importar más si a mi no me afecta, en escuchar más que hablar, porque al fin y al cabo eso es mucho mejor. Decidme, que libro conseguirá hacer que me pierda? Que llore, que grite, que me asuste y que sonría? Que sitio es el que necesito para olvidar de que hay personas que podrían destruir todos mis rincones favoritos de Barcelona? Y de Verona? Que alguien me busque y que me saque de aquí, por favor.

martes, 14 de enero de 2014

Dime más cosas que no sepa.

Sé que el sol, brilla y que sale todas las mañanas. Que la Luna es un satélite y que los libros son increíbles. Sé que la ropa sólo tapa. Y que los pájaros siempre cantan. Que la música me lleva a otro sitio, pero, que sitio es? Dime, donde se esconde eso que todos llamamos olvido? Y amor?

domingo, 12 de enero de 2014

Y me llamabas...

Empezabas por mi bebé, y es verdad, lo fui. La primera de dos hermanas, dos hijas tuyas, mamá. Luchabas por conseguir un trozo de pan que llevarnos a la boca, mientras se tumbaba en el sofá y veía que no podías más. Mamá, luchas y lucharas siempre, créeme, Carmen y yo hoy te damos las gracias, reina. Y digo reina, porque eres nuestra reina. Y tu, a mi, que me llamabas princesa Atta. Y a Carmen, que la llamabas tu princesita Blanca. Y recuerdo, de Blanca por blancanieves. Gracias por cuidarnos, por querernos, por chillarnos, y por mirarnos como dos copos de nieve que no van a tocar el suelo y derretirse jamás.

miércoles, 1 de enero de 2014

Ay Sirena...

¿En que bar cantas esta noche? ¿Y en que esquina decides dormir? Dime, ¿Te has perdido? ¿O este no es tu lugar? No dejes que la horrible luz de esa farola te impida ver la pequeña estrella que un dia creaste. Y tampoco dejes que ese gato que te mire con hambre y te devore, recuerda, sirena. No escupas, ni huyas, ni pienses en volver, a ese lugar, donde sólo recibias dinero por tu entrepierna, y dónde cada pez, disfrutaba de tu presencia. Coge tus cosas, tus caracolas, y vete, sirena. Ay Sirena... Este no es tu lugar, este no es tu mar. Tus escamas cada vez son mas sensibles y se caen. Tus labios ya no cantan igual, ni tu cadera se mueve como hace veinte océanos, se movía. Ay Sirena, dueña de este sitio, dueña de este lugar.

Que el miedo mate las ganas de olvidarnos,

Me he perdido doce veces en todos tus ojos, en todas tus bocas y en tu pecho. He soltado carcajadas a todos los que nos miraban con burla, y a los que nos miraban con miedo. He mirado más veces el mundo desde todos tus lunares que desde mi ventana. No me sonrias, aún podrás matarme. No me mires, ni me hechices, ni me duermas. No me busques, pues siempre estoy cerca. Y si la tormenta aparece, dejaremos que pase, pero no que nos moje, ni que nos asuste. Pues sus rayos solo están hechos para separarnos. Quería todos los jardines de rosas del mundo, y me los diste. Quería miles de historias para leerlas por las noches, y me las diste. Quería un mar, donde tumbarme, y un cielo por donde andar. Un banco para subir más alto que mis pies, y un columpio para sentir, por dos segundos, esa cosa llamada gravedad. Y tu, me los diste. No hay capitán que guíe esta barca, ni caballero que guíe este caballo. Pero hay estrellas que brillan lo suficiente para saber, que no nos estamos equivocando.