Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

viernes, 28 de agosto de 2015

Hay lugares que deben ser recordados:

Incluso aquellos que aún no he visitado. Y me preguntaréis ¿Y como deben ser recordados si aún no los has visto? Pues la respuesta es clara, porque he planificado esos lugares con personas que hoy ya no están o que siguen haciendo la hucha para escapar a ese sitio. Madrid, por ejemplo, fue el primer viaje más impresionante de mi vida. Tengo que volver, eso está claro, pero ahora soy más mayor y seguramente lo primero que haga al entrar en Madrid será buscar algún sitio con encanto que tenga poetas a su disposición, que hagan recitales clandestinos y que los ''barmens'' pregunten: ¿Que hace una chica como tu en un sitio como este?. San Sebastián, un viaje planificado y sin hacer. Pensamos en irnos unas amigas y yo hasta allí para pasar una semana encantadora después de acabar selectividad, pero no lo conseguimos, aunque sigo pensando que un día, y espero que no muy lejano, logremos ir a perdernos por esas calles infinitas y por esas playas oceánicas. Paris, fue la primera vez que salí de España. Era bastante niña pero me acuerdo de los momentos más impresionantes que viví allí; como la primera vez que vi a Minnie Mouse esperando en la puerta del hotel a saludar a todos los huéspedes. O esa vez que comí en un restaurante donde se paseaba la Sirenita y las ratitas de la Cenicienta. Si, sigo siendo bastante niña en el mundo de princesas, y la Sirenita sigue siendo mi princesa favorita, aunque ahora se hayan unido Elsa, Rapunzel y Brave. Pero el día que más recuerdo, fue el que nos dirigimos a visitar Paris, la eterna torre hecha de metal y las cafeterías que habían lejos del centro en pequeñas calles de París, donde había en las farolas pequeñas flores que las rodeaban antes de que empezara el foco de luz. Ese día descubrí, que un objetivo de mi vida es aprender francés para lograr ir a vivir a alguna de esas calles tan antiguas y encantadoras. Luego a Tenerife, que fue el viaje de fin de curso, pero aún así, tengo que volver a disfrutar un poco más de esas playas volcánicas, ya que las disfruté bastante poco. Verona, el viaje más grande que quiero hacer, no me recuerda a nadie, de hecho nunca he coincidido con nadie que quiera ir, todos piensan que es una ciudad bastante cursi por la historia de Romeo y Julieta, pero después de ver la película de ''Cartas a Julieta'' y de leerme a Shakespeare, quiero sentirme como una Julieta más, sin buscar a ningún Romeo y escribir sobre esas calles, visitar el balcón de Julieta, por muy artificial que sea, y tomarme todo el tiempo del mundo para disfrutar de esas calles pequeñas de Verona.  Y ya que estamos en Italia, visitar Venecia y Roma, y poder vivir algo de los antiguos romanos, por muy en ruinas que esté. Y ya que hablo de romanos, Grecia, mis queridos griegos, después de estar dos años leyendo y estudiando las batallas que vivieron todos ellos, la gran guerra del Peloponeso, las Médicas, la batalla de Maratón... pero Grecia si que será un viaje enorme, un crucero por todas las islas, aunque posiblemente me quede en aquellas donde se grabó Mamma mía, como la isla Skópelosla playa Glystery... bueno, dejo de nombrar a Grecia.  Otro lugar, y ya es el último que nombro, es Sydney, no sé porqué pero siempre he querido visitarlo, ver esas playas y si es posible surfear en ellas. En cada una de estos viajes que me quedan por hacer, pienso llevarme una cámara y miles de libretas para escribir los encantos y las emociones de esos pequeños lugares, que sin duda, dejarán una gran huella marcada en mí y que seguramente me hará crecer como persona. 

miércoles, 19 de agosto de 2015

En rima y verso

Esta noche,
soy,
en rima y verso
el techo de tu cama,
el cristal de tus ojos,
y el mar de tu espalda.
Soy guitarra,
soy estrella
y luna.
Pero no,
no me digas buenas noches,
pues en rima te contesto, 
que en versos hoy te escribo,
que en noches como hoy,
te miro.
quien
fuera
agua
para
caer
sobre
ti. 
Quien me diría a mi,
que yo,
que sufro claustrofobia,
quiero mudarme en tus entrañas.
Y necesito,
inevitablemente,
ser una vez más 
serpiente por tu anatomía
interior. 
Que me fío de los exteriores
porque hoy son conmigo
pero odio ser yo (exterior)
odio ser ruido
odio ser calma.

domingo, 16 de agosto de 2015

A medias

No sé mantener mis ruinas en su perfecta destrucción. Puede ser que sea un problema de construcción de mi interior, que quiere crear muros para mantenerme más protegida. No sé dejar de crear planes que sé que no van a funcionar, porque mi imaginación va más allá de todas mis posibilidades.  Crear barcos de papel que no van a ninguna parte no tiene tanto sentido como lanzar botellas de cristal al mar que contienen (y recorren) continentes de palabras y un mundo de sentimientos. Aunque sé que acabarán en el mismo sitio que las envié, aunque sé que si llegaran más allá no las iban a entender.  Odio dejar conversaciones a medias, odio que se hagan promesas a medias, porque solo se cumple la parte de decirla, no de hacerla,  por eso "res, non verba". Odio conocer bailes a medias y medios bailarines que no saben bailar sin pareja. Sé que últimamente pronuncio mucho el baile y lo comparo con mi forma de ver la vida, y es porque el baile ha vuelto a mi vida y nunca tengo palabras ni espacio suficiente para describir todo aquello que me hace sentir. Cuando me miro al espejo mareando mi pelo y mis dudas me siento tan inmensa que el universo a mi lado es como una almohada donde asentar mis males, y que esperen, este baile tiene fin, y yo pienso buscarlo.

viernes, 7 de agosto de 2015

Baile sucio

"No permitiré que nadie te arrincone". Es extraño, pero tras pronunciar Johnny esas palabras, ella empezó a sentirse arrinconada. -¿Que quería decir?¿Quien me iba a arrinconar?- se preguntaba mientras entraba en su pequeño espacio personal. Cada vez que se ponía su ropa de baile y entraba sola en esa tremenda sala de baile, con el suelo de madera y los espejos de cristal, sentía que un pequeño rascacielos se asomaba por la ventana. Empezó a bailar "Halo" mientras apareció Johnny (como de costumbre) por la puerta, esta vez no iba a quedarse a mirarla, esta vez iba a participar con ella, esta vez quería sentirla. ¿Quien diría que bailarían 'Dirty dancing' a la perfección en menos de dos horas? Los dos son grandes bailarines, pero ninguno lo sabe. Lo peor, es que los dos se arrinconan en superficies tan distintas que no son capaces de verlas, no son capaces de huir. HUIR qué bonita palabra. Para ambos, huir ha sido ese baile, esa canción, esos espejos, cómplices de cada paso, de cada mirada. ¿El suelo? Bueno, podríamos decir que se ha acabado rompiendo cuando estaban a centímetros el uno del otro. Tres pasos hacia adelante, giro, caderas, brazos, piernas, manos... Y lo más importante que requiere el baile, sentimientos. Ay, si Johnny hubiera sabido en qué momento han empezado a ser uno, habría dado al botón de "repetir" de su cassette. Pero ese baile, como la película de Dirty dancing, tuvo un final. Y, aunque, a día de hoy ella sigue poniendo todo su empeño por volver a ser su Baby, Johnny ha decidido que el mejor baile, es el que nunca acaba, así que mejor dejar que lo único que los vuelva a arrinconar, sea "Time of my life"