Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Juzgando sin ser juez.

Antes de creer que eres la persona adecuada para llevar esa vida, tienes que conocerte.
¿Acaso sabes quién eres? Nadie lo sabe, ni la persona más inteligente, quién sabe... igual estamos en un espacio temporal (ya que siempre nos llega la "muerte") donde estamos viviendo para en el último momento sepamos quiénes somos y por qué hemos sido así toda nuestra vida. Nunca es un tiempo de espera que no llega, aunque es una palabra terriblemente tan terrible como siempre. Utilizamos siempre palabras que son mentira para sentirnos bien y pensar que estamos siendo justos con nosotros mismos, pero esa justicia que viene dentro de un enfado es tan temporal como nosotros.

Hoy nos podemos enfadar con una persona que se dice ser "amigx" pero lo odiaremos por unos días, ya que hay cosas que saben calar dentro de nuestro cuerpo hasta alcanzar nuestra memoria(  no hablo del corazón, porque es un órgano que ya está bastante explotado por la sociedad), y nos acabaremos acordando de que esa amistad vale mucho más que cualquier enfado y que fallos podemos tener todos.

Hay veces que nos quedamos estancados en una realidad que juega a ser vida o que juega a ser, solo a ser. Nos preguntamos el por qué de nuestros males y de nuestras preguntas solo sacamos excusas. Nada es justo ni injusto, es azahar. Por eso estamos acostumbrados a juzgar a la gente siento injustos, y qué gracia me hace este juego de palabras. No sé para qué queremos conocer a personas, para acabar juzgándoles por hacer cosas que nosotros ya hicimos o que en un futuro lo haremos. Somos unos seres demasiado extraños pero maravillosamente increíbles, y también hipócritas.