Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Despedidos

Yo,
que no sé diferenciar obras de arte contigo,
que mis versos favoritos acaban en verte
y mi código de signos no me sirve de abrigo.

Que mi mayor logro ha sido ser humana,
en el intento de ser artista
y en el momento de quererte deprisa.

Que estos versos no tienen salida,
ni fisuras, ni cura,
que están tan perdidos como la brisa
que anda descalza y desnuda, 
por tu nuca.

Ahora que las canciones hablan sin ruido,
y que las cartas llegan tarde;
o cada mañana tengo más frío, 
o todos los inviernos quieren olvidarte.

Que tengo miedo a lo claro,
a lo conciso y oscuro,
a lo triste y alegro o no,
a lo amargo y absurdo y tu.

Yo,
que a estas horas he perdido el sueño,
he perdido la prisa del tiempo,
la calma del agua
y el frío del invierno. 

 

martes, 6 de diciembre de 2016

(des) orden horrible

Tengo una necesidad horrible de escribir, 
y lo peor de todo es que me he quedado sin hojas,
y más peor aún,
me he quedado sin saber qué decir.

El invierno me está cogiendo por dos bandas incontrolables,
la salida de casa siempre me sabe a bienvenida,
contradictorio, ¿verdad?
Pues así me siento
"contradecidx"

Llevo en la espalda todo el peso que me agota, 
todo lo que me sobra que tengo que soltar
pero que pesa lo mismo que mis pensamientos
y ellos son los que me dicen cómo pensar.

Me gustaría decir que estoy en modo stand by,
pero diciembre siempre ha sido un mes de retos,
así que posiblemente escriba cualquier tontería
y me vaya cada vez más lejos.

No me dedico al dibujo porque odio mis manos,
no me dedico a cantar porque odio mi voz,
ni siquiera escribo a menudo porque odio mi letra,
y lo peor,
no salgo a menudo porque odio mis pasos.

No he llegado lejos,
ni cerca.
Estoy en un punto intermedio que no sé adónde ir,
no sé hacia donde tirar.

Posiblemente este sea un orden horrible, 
del que yo quiero hacer un caos perfecto,
donde mis palabras igual se sientan más libres
o donde mi descontrol tenga más efecto.