Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

sábado, 15 de junio de 2013

Dejar llevar las sensaciones fuertes.

Cuando el corazón se da la vuelta y empieza a bailar. O cuando el mundo se queda quieto, solo se mueve lo que tu estás mirando en ese momento. Esa sensación de sentirte, sorda, ciega, muda e incluso, dejar de respirar. Quedarte sin aire, sin nada de lo que tienes al rededor. Cuando tiemblas y por miedo, cierras los ojos, gritas para no oír y haces fuerza para que nada te pase. Morirte de risa ahogándote por no poder parar. Y luego saltar salir a la calle y querer que todo el mundo se entere, de que tu vida va a mucho mejor, que ha cambiado, y que esta vez, te toca a ti sonreír.

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