Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Con P, de porky.

Hace dos años, bueno, mas de ellos, conocí a un pequeño cerdo que se hacía llamar Ruben. Se puede decir que esa semana fue una de las mas importantes de mi vida, ya que de ese campamento, conocí a gente, que valía mucho la pena. Entre ellos estaba Rubén, y ahí donde lo ves, es tan grande que no se puede ni imaginar. Aún recuerdo cuantas veces me ha ayudado, y ha estado aguantando todas mis penas, y todas nuestras risas. Cuantas veces me ha tenido que aguantar la mano por si se me iba a bocas de otras personas. O cuantas veces ha entendido mi estado de ánimo. Vamos, que en las buenas y en las malas siempre ha estado ahí. Estuvimos un tiempo sin hablarnos, está claro, en todas las amistades hay movidas, pero, ¿Para que recordar eso? Yo solo sé que vive muy lejos de aquí, y las pocas veces que lo veo, por muy poco sea el tiempo que esté, son de lo mejor. De verdad, es que ha sido durante mucho tiempo el saco que guardaba mis sonrisas, por si algún día las necesitaba. Y siempre ha conseguido hacerme sentir bien. Aquí tienes tu entrada cochina, que te dije. No me eches de menos, que ya lo hago yo por los dos cacho cerdo!

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