Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

jueves, 2 de octubre de 2014

Hojas naranjas.

Ya es el momento de sacar los libros, libretas, y bolígrafos de todos los colores y formas. Llega el momento de no querer levantarse de la cama, de no querer entrar a casa por las noches, de pasar mis tardes rodeadas de cosas que hacer y preparar. De escuchar música en los momentos que necesito escucharla, de leer poesía cada vez que sienta que las palabras se me traban. De pasar noches en vela, pero por estudiar para el día siguiente, de preparar miles de cafés.. Salir a la calle con abrigos y bufandas y gorros y botas y pantalones largos... pisar cuatrocientas hojas marrones y naranjas y amarillas y... querer verte todos los días y no poder apenar. Querer seguir queriéndote un poco más. Que nos quedemos los domingos fríos en casa con una manta y una película, que me regales tu tiempo y yo regalarte el mío. Acordarnos todos los días al despertar de ambos y disfrutar de chocolates calientes, de cines y del amor. Recoger el viento que se escapa por la ventana, que nunca es del mundo, que solo es nuestro y lanzarlo cuando necesitemos un poco de brisa. Amar toda tu anatomía y todo tu Apolo... El efecto de las letras ya me está pasando factura.

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