Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

lunes, 16 de febrero de 2015

Espejo roto

Creo que mi mayor enemiga es la chica que se esconde detrás de mi espejo. Que me mira cuando yo le miro, que me imita, que tiene un pelo ondulado y claro. Que tiene los ojos marrones y la piel muy blanca, que lleva el mismo piercing que yo y que tiene mi sonrisa. La odio, la odio porque nunca la veo como me gustaría verla, siempre tiene más caderas de lo que debería tener, más tripas y más piernas. Pese que hago lo posible por cambiarla siempre sigue en su línea y a veces incluso va a más. No quiero que entre en un mundo de anorexia o bulimia, no quiero que acabe ingresada por no gustarme a mi, pero cada día veo a la gente más mona y bonita, y esa chica del espejo sigue igual que todos los días. A veces nos llevamos bien, a veces cantamos y bailamos juntas, nos despeinamos, nos maquillamos, nos desnudamos... A veces lleva el mismo lazo que yo y a veces me dice: -Eres tonta, quiérete- A veces lloramos juntas o nos reímos juntas. A veces la golpeo y la hago trizas, otras la intento arreglar. A veces me pregunta ¿que te pasa? cuando estoy sola, cuando no sé que decir o cuando no sé ni yo misma que me pasa. A veces nos hacemos fotos, a veces me refleja, me relaja y me aleja del tiempo, pero solo a veces. Otras en cambio, me mira y me dice: Que gorda y que fea estás! Maldita niña, nunca estoy a su gusto, nunca la miro con buenos ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario