Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

sábado, 2 de febrero de 2013

Juntos, con las olas.

Esto era una noche de fiesta, en un local cualquiera. Yo, vestida con el vestido mas bonito que tenía, y tu con esa blusa azul que me encanta. Viniste y me invitaste a una copa. Yo tan tímida como siempre no te pude decir que no. Esa noche vi en tus ojos, ese mundo tan perfecto del que todos me hablaban. Sentí como estuve ahí, y me gustaba. Me gustaba ver todo lo que estaba ahí presente si tu estabas cerca mía. Hablamos, y volvimos a esa amistad que nos unía desde hace mucho tiempo. Según tu, esperabas verme para poder volver a hablarme tranquilo. Yo te dije que me he caí muchas veces y que nunca tuve tiempo de olvidarte a ti. Con eso, la noche seguía, tu te fuiste a saludar a unos amigos, y yo me fui a bailar a la pista con mis amigas. Por el momento todo iba bien, tu estabas feliz, y yo estaba feliz. Pero la noche empezó a complicarse como todas las noches. Empezaron a haber peleas y malos royos por todos lados. Yo me perdí, no encontraba a nadie conocido, y tu me cogiste la mano y me dijiste: VETE DE AQUÍ. Me llevaste corriendo fuera de ese local, y nos bajamos a la playa. El mar nos llamaba sin querer, y empezamos a andar cerca del agua, mis tacones estaban en mis manos, y tu llevabas mi chaqueta en tu mano. Pero cogiste un grapado de agua y me la tiraste encima, entonces dejé todas mis cosas en la arena, y entré al agua para poder mojarte a ti también. No me importaba mojar mi vestido por ir a por ti. Eres tu mucho mas importante que él. Y entre risas y bromas, acabamos los dos bajo del agua como dos peces mas. Te acercaste y sin que me diese cuenta, el mundo se había parado, y yo estaba ahí, dentro de ti, en ese mundo donde solo cabe una persona. Marqué mi bandera, la dejé clavada para que nada la moviese. Salimos fuera del agua y nos tumbamos a la arena a contar las estrellas. Si te digo la verdad, se veían mas bonitas desde ese punto. A tu lado, quiero decir. Pero la noche esa no se hizo para siempre, llegaba la hora que yo me tenía que marchar a casa, y tu me acompañaste. Y esa noche fue especial. Marcó mi vida. Querido futuro..

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