Somos lo que muchas veces hemos soñado.

Un niño pequeño, sueña con ser un astronauta, un guerrero, un amigo de Doraemon, un super héroe.. Una niña, quiere ser, una hada, una princesa, una sirena, una cantante, o la protagonista de esa serie que tanto le gusta. Conforme vamos creciendo, vamos cambiando nuestras ideas, pero acaban siendo profesiones, que si profesor, médico, banquero, actor, bailarina... En la juventud, vamos descubriendo nuestros sentimientos y nuestras sensaciones. Maldecimos nuestras vidas tras romper con un gran amor, el cual pensabas que era el amor de tu vida, esa es una de las mas grandes. Y al tiempo de dejarlo, aparecen comentarios de gente, y esa persona que antes la veías tan grande, poco a poco se acaba haciendo mas pequeña. Al suspender un examen al cual tenías tantas esperanzas de sacar una nota superior o igual a tu media. También al fallecer un amigo, o familiar, al cual el tenías mucho aprecio. Maldices y maldices, pero nos hace mas fuertes, llorar es nuestra fuerza, aunque no lo parezca. Emborracharnos, se supone que es para olvidar nuestras penas, pero nunca se sabe, te puede sentir bien, o te puede sentir mal. ¿Los porros? Bueno tampoco se que decir de ellos, porque nunca me he emporrado, al igual  que los cigarros ni nada de eso. Cuando nos hacemos mayores, nuestras marcas son nuestras arrugas, y cada una de ellas puede soltar todos nuestros secretos. Pero no lo hacen. Vivimos con nosotros mismos, y somos nuestros mejores amigos, y todo lo que queremos al final lo acabamos consiguiendo. Pero si algo no es para nosotros, no lo obtendremos, porque no valdrá la pena perder el tiempo con eso. Y cuando somos ya mas mayores, queremos volver a ser pequeños, y volver a vivir la vida, con mas energía, y mas vida que nunca.