Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

lunes, 11 de agosto de 2014

Es otra noche.

Me acabo de sentar encima de mi libro favorito, y no me ha dado pena pisarlo, pues no sé porqué ni que motivo hay, hace ya tres días que me llevan pisando a mi. Acabo de encender el primer cigarro que va a romper mi promesa de no volver a fumarte. Pero es que esta noche te necesito, como mañana cuando me despierte. Cuando salgo con alguna amiga, no sé como ni con qué razón, acabo siempre delante de tu casa, y te veo dentro de ella, conmigo. Bueno, no soy yo. Ahora mismo acabo de ver pasar un gato, y acabo de recordar, que me decías que ojalá fueras tu uno de ellos. Me hace gracia, pues hace diez año que huyo de ellos y hoy le he dejado pasar, por si eras tu. Las palabras quieren salir de mi boca, pero no las voy a dejar. Ojalá pudiera hacerte el daño que me has hecho tu. Pero bueno, eso significa que mi botella se está acabando, y que mis sueños contigo ya no van a tener sentido, y que mañana por la mañana no voy a querer saber nada de mi, ni de la vida, ni del mundo. Esta noche he sacado tu famosa chaqueta que te llevabas a los conciertos y que siempre acababa en mi casa tirada por el suelo. La tengo delante y no sé ni dejarla o ponermela. Es otra noche, sentada en lo alto de mi casa, frente la luna, que la única que me escucha y la única que ha sido testigo de todos nuestros polvos sin refugio. Es otra noche que vuelvo a prometer no pensarte, ni fumarte, ni beberte, ni ponerte, ni quererte, ni amarte, y al final, ni olvidarte. ¿Como lo has hecho tu? Es otra duda que me hago todas las noches que paso pensándote, y queriéndote, aunque en estos momentos debes de estar dormido y no te estás dando ni cuenta de que alguien se está muriendo cada noche, sin ti. No va a tener nada sentido, te lo dije en cada lágrima que me secaste cuando el mundo me comía poco a poco, aunque prefería siempre que me comieras tu. Ya no soy tuya, y tu ya no eres mío. Me duele escucharlo, me duele decirlo, e incluso pensarlo. Ya sabes, es otra noche, contigo y a la vez sin ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario