Vértigo

A 60 metros de altura no sabría si caer.

lunes, 25 de agosto de 2014

Ya lo has hecho.

Me encanta mirarte. Y mirándote descubro una selva donde yo estoy acostumbrada a andar. Encima de tu pelo y llegando hasta las orejas, donde me escuchas, escuchas mi respiración  y mis latidos. Tus ojos, cuando tu me dices que soy preciosa y no te creo, me encantaría ver todo lo que tu me ves a mi. Y saber que tus monstruos se marchan si piensas en mi. Tus labios, ¿cuantas veces me habrán acariciado en silencio? Más que a gritos, más que a carcajadas. Con su calor y sus dudas, son una parte tuya que la necesito siempre en mi. Y cogerte de la mano y que nos vean por la calle, y nos envidien. Que cuchicheen por las espaldas los árboles, porque ellos no podrán nunca sentir tus inviernos y tus veranos. Que nos miren desde arriba las nubes y que vengan, no van a poder con nosotros. Y de vez en cuando, taparnos con nuestros brazos y dejar que pase todo el invierno y el infierno por nuestros pies. Alejarnos a pasos de caracol de la mala suerte, algún día se cansará de seguirnos. Leer los poemas que nos dedicamos aquella noche y buscar el sol en todas las lunas llenas que salgan este mes. Entrar en sitios donde nadie ha entrado.. Ah no, que tu ya has entrado aquí. Perdón por este desorden, antes de que llegaras tu, estaba peor.

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